Soy Victoria, una chica curiosa, inquieta y enamorada de todo lo que se hace con las manos. Siempre he sentido una conexión especial con los materiales, los aromas y los pequeños gestos que hacen que algo cotidiano se vuelva especial. Las manualidades, los hilos, las texturas, los colores… han sido desde siempre mi manera de expresarme, de cuidar y de llenar de belleza lo simple.
Después de años soñando con emprender un proyecto propio, decidí escuchar esa voz interior que pedía crear desde el alma. Así nació esta marca, un pequeño universo de velas artesanales y piezas de macramé donde cada detalle cuenta, donde cada nudo y cada aroma tienen una historia.
Mi taller huele a calma, a cera vegetal derritiéndose al ritmo de la música suave, a lavanda, a vainilla, a madera recién cortada… Aquí todo se hace con las manos, con tiempo, y con mucho amor. Trabajo solo con materiales ecológicos, sin tóxicos, sin prisas y, por supuesto, sin ingredientes testados en animales. Porque la belleza verdadera es aquella que no hace daño.
Este proyecto no es solo una tienda: es una invitación a volver a lo simple, a regalar(te) un momento de paz, a llenar tu espacio de luz suave y aromas que te abracen.
Gracias por estar aquí, por apoyar lo artesanal y por dar valor a las cosas que se hacen con el corazón.